Me
permitiréis que me ponga un poco blando en esta crónica. Fue muy especial para
mi. Mi hijo Luis, 6 años, que hasta la fecha no había querido saber nada de
este noble deporte me dijo hace un par de semanas que estaba yendo a entrenar
en el cole.
Pero
verlo levantarse y vestirse de deporte, coger su protector bucal, sus botas de
multitacos y decirme “¿Qué numero soy yo?, yo quiero el 9” empezó un cosquilleo
que creo que todos habéis sentido.
Luego
me emocioné cuando le vi placar (a pesar de lo pequeño que es en comparación
con sus compañeros de clase) con un arrojo que me sorprendió…
(Bueno
también lo vi acercarse a una montonera y tirarse a lo alto….)
Con
respecto a los demás.
Pues
un placer jugar con los chicos de St. Mary.
Estuvimos
bien en Jabatos (gran afluencia) y en Prebenjamines (atentos a la percusión de
Nacho Puig que ilustra esta crónica).
En
benjamines anduvimos con pocos recursos propios, pero como jugamos con los
chicos de St. Mary, pudimos jugar con suficientes efectivos.
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